Se terminó el recreo: cómo sobrevivir a la ansiedad vacacional
- Giovanna Zorrilla
- hace 5 días
- 2 Min. de lectura
Hola comunidad:
Septiembre está a la vuelta de la esquina y con él viene el golpe de realidad: las vacaciones se terminaron.
Las vacaciones suelen ser ese oasis en el año: días sin alarmas, más tiempo en familia, comidas sin prisa, momentos de descanso o diversión. Sin embargo, cuando llegan a su fin, muchas personas experimentan un malestar difícil de explicar: una mezcla de nostalgia, irritabilidad y cansancio anticipado que conocemos como ansiedad vacacional.
¿Qué es la ansiedad vacacional?
Es la tensión emocional y física que aparece al pasar de un periodo de descanso a una rutina más estructurada. Aunque no es un diagnóstico clínico, es una experiencia común que puede afectar tanto el ánimo como la energía.
¿Por qué ocurre?

Cambio de ritmo biológico: durante las vacaciones solemos dormir y comer en horarios distintos, lo que desajusta el cuerpo.
Comparación con el descanso: la rutina laboral parece más pesada cuando se compara con la libertad de las vacaciones.
Expectativas acumuladas: pensar en correos atrasados, pendientes laborales o tareas domésticas que esperan genera anticipación negativa.
Falta de transición: pasar del “modo vacaciones” al “modo trabajo” de un día para otro puede sentirse abrumador.
sintomas mas comunes
Alteraciones en el sueño o el apetito.
Cansancio o apatía, incluso después de haber descansado.
Dificultad para concentrarse.
Nostalgia, irritabilidad o desmotivación.
Molestias físicas ligadas al estrés (dolores de cabeza, tensión muscular, problemas digestivos).

tips para sobrevivir a la ansiedad vacacional
Prepara la transición con antelación. Ajusta horarios de sueño y comidas poco a poco, no de un día para otro.
Crea pequeños recordatorios de vacaciones. Integra en la rutina diaria una actividad que disfrutaste en tu descanso: leer, caminar, cocinar algo nuevo, escuchar música.
Planifica tu regreso al trabajo. Haz una lista realista de tareas: empieza por lo urgente y deja lo secundario para después. Eso reduce la sensación de agobio.
Muévete y cuida tu cuerpo. El ejercicio suave, estiramientos o una caminata ayudan a liberar la tensión acumulada.
Organiza momentos de disfrute en la semana. No tienes que esperar a la próxima vacación: un café con amigos, una tarde de juegos con tus hijos o ver una película pueden darte pausas reparadoras.
Evita saturarte de golpe. No planees compromisos sociales, laborales y familiares todos al mismo tiempo en los primeros días. Date chance de recuperar el ritmo.
Habla de cómo te sientes. Compartir con tu pareja, amigos o incluso con tus hijos que también extrañas el descanso normaliza las emociones y crea apoyo mutuo.
Y cuando además toca el regreso a clases...
Para las familias, el fin de vacaciones trae un doble reto: además de la ansiedad vacacional de los adultos, se suma el inicio del ciclo escolar de los hijos. Los papás enfrentan el regreso al trabajo mientras organizan uniformes, útiles y horarios, y los niños también lidian con su propia nostalgia y nervios.
La clave está en vivirlo en equipo: hablar de lo que cada uno siente, planear juntos y mantener espacios de disfrute familiar aun en temporada escolar. Así, el regreso se convierte en una transición compartida y no en una carga individual.
Si tu o tus hijos están pasando por ansiedad vacacional, acercate a Bemindful para recibir acompañamiento de los mejores especialistas.
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